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Make Peace Great Again
🪐 Un guiño de Trump hacia China; ataques a los cristianos de Nigeria; qué pasó con Milei en China y un dato polémico del presidente interino de Perú.
Desde nuestra órbita, una mirada al mundo.
El 16 de octubre de 2024, Yahya Sinwar, líder de Hamás en la Franja de Gaza, fue asesinado en una operación de las Fuerzas Armadas israelíes. Sinwar, uno de los fundadores del aparato de seguridad de Hamás, era considerado la segunda figura más influyente dentro de la organización. Su muerte se considera un hecho clave que permitió al menos avanzar hacia los acuerdos históricos con Israel firmados la semana pasada. De eso hablaremos en el Eje Central de hoy.
Hoy, además, vamos a contarte:
Un guiño de Trump a China;
Ataques a los cristianos de Nigeria;
Milei en el Salón Oval con Trump;
Y mucho más.
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EJE CENTRAL
Make Peace Great Again

En unos pocos segundos…
Liberación de rehenes y acuerdo histórico en El Cairo: más de 30 líderes mundiales, encabezados por Donald Trump, firmaron un alto el fuego para Gaza tras la liberación de los últimos rehenes israelíes y casi 2.000 prisioneros palestinos. El documento de 462 palabras promete “paz y prosperidad duraderas”, aunque ni Israel ni Hamás participaron en la firma y los puntos clave —desarme, gobernanza y Estado palestino— siguen sin resolverse.
Caos en Gaza tras la tregua: mientras se celebraba el acuerdo, Hamás desplegó 7.000 combatientes para retomar el control del enclave, provocando enfrentamientos y ejecuciones públicas contra milicias rivales acusadas de colaborar con Israel. Ya hay más de 40 muertos y crece el temor a una guerra civil en un territorio destruido y sin autoridad estable.
Paz en los papeles, tensión en el terreno: El pacto refuerza la imagen de Trump como mediador global. Ahora el proximo paso es resolver las causas profundas del conflicto.
¿Qué pasó?
La semana comenzó con una ceremonia histórica celebrada en El Cairo. La imagen política fue contundente: más de 30 líderes mundiales —incluidos los de Estados Unidos, Egipto, Turquía, Qatar, Francia, Alemania, Reino Unido, Canadá, Arabia Saudita, Indonesia y la ONU— firmaron el alto al fuego para Gaza promovido por Donald Trump. El documento, titulado “Declaración para la Paz y la Prosperidad Duraderas”, recoge principios generales sobre la reconstrucción y el futuro del enclave, pero deja sin resolver cuestiones clave como el desarme de Hamás, el rol de una fuerza internacional de estabilización o la posible creación de un Estado palestino.
El documento compromete a las partes firmantes a “trabajar colectivamente” por la paz y prevé un plan en varias fases —actualmente en etapas 3 y 4, según Trump—, así como la ampliación del consejo internacional de reconstrucción de Gaza. El presidente egipcio Abdel Fattah el-Sisi calificó el momento como una “oportunidad histórica” para la estabilidad regional.
Horas antes, Trump había visitado Jerusalén para celebrar la entrada en vigor del alto el fuego y supervisar la liberación de todos los rehenes israelíes y cientos de prisioneros palestinos, desde donde proclamó “un nuevo amanecer para Medio Oriente”, ovacionado por los legisladores (algunos con gorras “Trump, presidente de la paz”) y fue descrito por Netanyahu como “el mejor amigo que Israel haya tenido en la Casa Blanca”.
Tras el alto el fuego en Gaza, Hamás desplegó 7.000 combatientes para recuperar el control del enclave y eliminar a grupos acusados de colaborar con Israel. La operación incluye enfrentamientos y ejecuciones públicas que ya dejaron más de 40 muertos y alimentan el temor a una guerra civil. El conflicto interno refleja el colapso del orden tras dos años de guerra, con infraestructuras destruidas, instituciones colapsadas y un 90% de la población desplazada.
¿Por qué importa?
• Un logro histórico. El acuerdo pudo quebrar el status-quo bélico y atreverse a proyectar un futuro distinto para la región. Desde los Acuerdos de Oslo ha habido pausas circunstanciales e intercambios de prisioneros entre Israel y las facciones palestinas, pero casi todos fueron de alcance limitado y duración breve. Ejemplos de ello son las treguas de 2008, 2012, 2014 y 2021 que solo buscaron frenar los combates sin abordar causas políticas o humanitarias. Incluso el intercambio de 2011, que liberó al soldado israelí Gilad Shalit a cambio de más de 1.000 prisioneros palestinos, fue un acuerdo puntual y no un paso hacia un proceso de paz duradero.
• El nuevo orden regional. Este acuerdo marca el intento más ambicioso de Trump por reconfigurar Medio Oriente. Su discurso en Jerusalén mencionó apenas tres veces a Hamás, pero 18 veces a Irán, dejando claro su diagnóstico: “Un nuevo Medio Oriente requiere un Irán diferente.” Trump reivindicó los ataques aéreos contra instalaciones nucleares iraníes y exigió que Irán reconozca el derecho de Israel a existir. Desde Teherán, el canciller Araghchi rechazó la invitación a la cumbre, aunque dejó abierta la puerta a negociaciones “si la propuesta es razonable”.
• El futuro de Gaza. Israel acusa a Hamás de incumplir su compromiso de devolver todos los cuerpos de los rehenes. Hamas dice que el problema es en gran parte logístico para encontrar todos los cuerpos y su estado, y denunció algunas violaciones al alto el fuego. Mientras, en la Franja, hay luchas internas entre distintas facciones rivales y venganzas internas. El gobierno de Netanyahu insiste en que no aceptará un Estado palestino. El plan de Trump no descarta del todo la posibilidad de un estado palestino, pero a reformas internas de la Autoridad Palestina.
Futuros escenarios
• A nivel global. La diplomacia de Trump en Gaza tiene un efecto expansivo que trasciende Medio Oriente. Su rol como mediador global influirá directamente en la 47.ª Cumbre de la ASEAN, que se celebrará en Kuala Lumpur a fines de octubre. Allí, Washington espera capitalizar el impulso del acuerdo de paz para reforzar su presencia estratégica en el Indo-Pacífico y liderar nuevas iniciativas de resolución de conflictos, como la firma de un acuerdo formal entre Camboya y Tailandia. La guerra en Gaza, lejos de ser un tema aislado, se convierte así en una plataforma desde la cual Trump proyecta poder y redefine prioridades diplomáticas en Asia, desplazando incluso debates tradicionales como el Mar de China Meridional o la crisis en Myanmar.
• En Israel. El posible fin de la guerra reactivaría el juicio por corrupción contra Netanyahu, suspendido desde 2020. Trump pidió públicamente clemencia para el primer ministro, lo que refuerza la popularidad de Netanyahu entre sus bases y en cierto modo lo protege de las embestidas judiciales. Apuntará a reactivar los Acuerdos de Abraham, con El Líbano, Arabia Saudita y Siria como potenciales candidatos.
• En el mundo árabe. Los países del Golfo pasaron a ocupar un lugar central para influir en la política estadounidense hacia la región y asegurar un papel de la Autoridad Palestina en la administración de Gaza. Temen financiar la reconstrucción mientras Israel continúa operaciones militares, y presionan para que el acuerdo contemple garantías políticas claras. Arabia Saudita, en particular, insiste en que su apoyo dependerá de una invitación formal de la AP.
¿Cómo sigue?
Trump ya anunció el comienzo de la segunda fase del acuerdo de paz, que incluiría la desmilitarización de Gaza y la creación de una fuerza internacional de estabilización. Además se buscará destruir túneles e infraestructura militar de Hamas y ofrecer a sus miembros amnistía y exilio si se desarman.
Israel abrirá el cruce de Rafah y permitirá el ingreso de más ayuda humanitaria, condicionado a nuevos avances en la devolución de rehenes.
Mientras tanto, Trump prepara nuevas intervenciones diplomáticas, desde Afganistán hasta Ucrania, en su intento de consolidar una narrativa: la de un “presidente de la paz”.
Nuestra mirada en Órbita:
Donald Trump ha logrado el primer gran hito internacional de su segunda administración y pudo cumplir el rol que él tanto anhelaba: el de pacificador global. El principal mérito del presidente de Estados Unidos consiste en haber quebrado un status quo bélico que parecía no tener solución. Su capacidad para proyectar un futuro distinto y conseguir el apoyo de los principales protagonistas de Medio Oriente también son para destacar. En lo inmediato, la falta de detalles del plan original hace que las partes vayan negociando y aceptando paso por paso. Esto puede significar que en cualquier momento un desacuerdo grave haga peligrar las próximas fases. Además, nada en el texto firmado garantiza que los factores que detonaron el 7 de octubre (la radicalización armada, la presión israelí sobre Gaza y los asentamientos en Cisjordania, la ausencia de un horizonte de convivencia pacífica, entre otros) estén cerca de resolverse. Sin una hoja de ruta detallada, la tregua corre el riesgo de convertirse en un alto el fuego prolongado, pero no en una solución estructural.
Sobre el posterior acuerdo firmado en El Cairo se puede decir lo mismo. Si bien es histórico, plantea más preguntas que respuestas. La llamada “Declaración de Trump para la Paz y la Prosperidad Duraderas” es, en el fondo, un documento breve (apenas 462 palabras) y deliberadamente ambiguo, que también evita abordar las raíces profundas del conflicto. Además, fue firmado sin la presencia de los dos actores que sostienen las armas: Israel y Hamás.
En última instancia, el acuerdo dice tanto sobre el futuro de Medio Oriente como sobre la política estadounidense. Como muchos presidentes en su segundo mandato, Trump busca construir un legado histórico, y su ambición personal puede, paradójicamente, convertirse en un motor de diplomacia. Si su necesidad de reconocimiento global logra abrir un camino real hacia la estabilidad, su intervención será recordada como algo más que un gesto. Pero si la paz firmada en Egipto no se traduce en instituciones, garantías y compromisos concretos, este episodio quedará como otra instantánea en la larga serie de acuerdos que prometieron mucho y resolvieron poco.
VUELTA AL MUNDO

🌐 El Premio Nobel de Economía 2025 fue otorgado a Joel Mokyr, Philippe Aghion y Peter Howitt por sus investigaciones sobre cómo la innovación tecnológica impulsa el crecimiento sostenido. Mokyr recibió el galardón por identificar los requisitos previos del progreso tecnológico, mientras que Aghion y Howitt compartieron el premio por su trabajos sobre la destrucción creativa.
🇲🇬 El presidente de Madagascar, Andry Rajoelina, fue derrocado tras un golpe militar que siguió a semanas de protestas masivas contra la corrupción y el deterioro de los servicios básicos. El descontento social, impulsado sobre todo por jóvenes, facilitó la toma del poder por parte de los militares en medio de una profunda crisis política.
🇺🇸 🇨🇳 Donald Trump envió un mensaje conciliador a Xi Jinping en medio de crecientes tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, marcadas por nuevas tarifas y restricciones mutuas. Mientras Washington busca evitar un daño económico mayor, Beijing acusa a EE. UU. de mantener una postura de doble estándar en la disputa.
🇳🇬 Nigeria rechazó las acusaciones de Estados Unidos de “facilitar” ataques contra cristianos, luego de que legisladores republicanos presentaran un proyecto para proteger a minorías religiosas. El canciller nigeriano denunció que grupos de presión están exagerando la amenaza y advirtió que Washington podría imponer restricciones migratorias, aranceles y sanciones, tensando aún más la relación bilateral.
🇳🇱 🇨🇳 El gobierno de Países Bajos tomó el control de la fabricante de semiconductores Nexperia, propiedad de la china Wingtech, invocando una ley de emergencia de la Guerra Fría por “graves fallas de gobernanza”. La medida busca garantizar el suministro europeo de chips y proteger la seguridad económica, pero amenaza con escalar las tensiones comerciales con Beijing.
GRAVITANDO EN AMÉRICA LATINA

🇦🇷 🇺🇸 El presidente Javier Milei se reunió con Donald Trump en Washington, aunque la esperada cita privada en el Salón Oval fue reemplazada a último momento por un almuerzo con sus equipos. Trump habló de un posible acuerdo de libre comercio, pero advirtió que cualquier ayuda “dependerá del resultado de las elecciones”.
🇻🇪 El gobierno de Nicolás Maduro ordenó el cierre de las embajadas venezolanas en Noruega y Australia y la apertura de nuevas sedes en Zimbabue y Burkina Faso. Se cree que el cierre de la embajada en Oslo es una reacción al Premio Nobel de Maria Corina Machado. En paralelo, Estados Unidos lanzó un nuevo ataque contra una lancha vinculada al narcotráfico frente a las costas venezolanas, en medio de una creciente tensión bilateral.
🇺🇾 Uruguay aprobó la ley que despenaliza la eutanasia, convirtiéndose en el primer país de América Latina en legalizar el procedimiento. La norma permitirá solicitarla a mayores de edad con enfermedades incurables o sufrimientos insoportables, siempre que estén en pleno uso de sus facultades mentales.
FUERA DE ÓRBITA
La polémica lupita del nuevo presidente peruano

La polémica estalló apenas José Jerí asumió como presidente interino del Perú, cuando usuarios de redes y medios locales descubrieron que su cuenta oficial de Instagram seguía a decenas de perfiles vinculados a contenido sexual explícito, entre ellos productoras y modelos del entretenimiento para adultos. Según reportaron medios como Crónica Viva y La República, el mandatario dejó de seguir rápidamente a más de 300 cuentas después de que las capturas se viralizaran, en un intento evidente de limpiar su imagen digital. Casos similares se han visto en otras partes del mundo: el senador estadounidense Ted Cruz debió disculparse en 2017 por un “like” de su cuenta oficial a un video pornográfico en Twitter, mientras que en el Reino Unido y Canadá varios funcionarios enfrentaron reproches por seguir cuentas o interactuar con contenido sexual en línea. Aunque estos episodios rara vez tienen consecuencias institucionales, muestran cómo la esfera digital se ha convertido en un nuevo terreno de escrutinio político y moral, donde cada gesto, “like” o seguimiento, puede convertirse en un escándalo internacional.
GRÁFICO DEL DÍA
Europa envejece pero los jubilados resisten

Esta semana, Francia dio marcha atrás con la reforma que buscaba elevar la edad mínima de jubilación de 62 a 64 años. Incluso si se hubiera implementado, Francia seguiría por debajo del promedio europeo, que ronda los 64,8 años. En Argentina, en cambio, la edad jubilatoria es de 60 años para las mujeres y 65 para los hombres. Los países con las edades más altas de retiro en Europa son Italia y Dinamarca, con 67 años, y los Países Bajos, con 66,8.
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