¿Trump 1- Europa 0?

🪐 Un terremoto sacude la costa del Pacífico, el expresidente colombiano Uribe culpable de soborno y una embajada de mentira en India.

Desde nuestra órbita, una mirada al mundo.

El 31 de julio de 1991, Estados Unidos y la Unión Soviética firmaban el START I (Tratado de Reducción de Armas Estratégicas), para limitar la cantidad de armas nucleares. El acuerdo fue una demostración del nivel de confianza que habían alcanzado la Unión Soviética, que iba a colapsar cinco meses después, y Estados Unidos en el epílogo de la Guerra Fría. Tres décadas después, Washington vuelve a imponer los términos, pero esta vez sin concesiones. El nuevo acuerdo con la Unión Europea no limita armas, sino que redefine el comercio bilateral bajo reglas diseñadas en exclusiva por Estados Unidos. De esto hablaremos en el eje central de hoy.

Hoy, además, vamos a contarte:

  • Un terremoto sacude la costa del Pacífico;

  • El expresidente colombiano Uribe culpable de soborno;

  • Una embajada de mentira en India;

Y mucho más.

Vas a informarte sobre todo esto en menos de 10 minutos.

VUELTA AL MUNDO

🇮🇱 🇬🇧 🇵🇸 Israel advirtió que podría anexar territorio en Gaza si Hamás no libera a los rehenes, y acusó al Reino Unido de “ceder ante el terrorismo”. Londres había anunciado que reconocerá al Estado de Palestina ante la ONU en septiembre si Israel no habilita la ayuda a Gaza y continúa su operación militar en la Franja.

🇺🇸 El gobierno de Trump revocará la base legal para regular las emisiones de gases de efecto invernadero. La decisión se suma al desmantelamiento de su oficina climática, dejando a EE.UU. sin representación oficial en la COP30, mientras China avanza en su liderazgo en materia ambiental.

🇷🇺 Un terremoto de magnitud 8.8 sacudió la costa este de Rusia, siendo uno de los más fuertes desde 2011. El sismo activó alertas de tsunami en Japón, Hawái y China, y en países latinoamericanos como Chile y Perú, con millones de personas bajo órdenes de evacuación.

🇨🇳 China otorgará un subsidio anual de U$S 500 por cada hijo menor de tres años para intentar frenar la caida en la tasa de natalidad. Es parte de un paquete más amplio para estimular la natalidad en el segundo país más poblado del mundo.

🇺🇸 🇮🇳 Trump impuso un arancel del 25 % a India y amenazó con sanciones por comprar petróleo ruso, a pesar de que Delhi es uno de los principales aliados de EE.UU. en Asia. La presión llega justo cuando India superó a China como principal proveedor de smartphones al mercado estadounidense.

GRAVITANDO EN AMÉRICA LATINA

🇨🇴 Un tribunal declaró culpable al expresidente Álvaro Uribe por intentar sobornar a un testigo que lo vinculaba con grupos paramilitares. Es la primera condena penal a un exmandatario en la historia de Colombia; Uribe apelará el fallo tras 13 años de proceso.

🇺🇸 🇧🇷 Estados Unidos sancionó a Alexandre de Moraes, juez del Supremo Tribunal de Brasil, por presuntas violaciones a los derechos humanos. Según el Departamento del Tesoro, la medida responde a las acciones judiciales impuestas contra Jair Bolsonaro.

🇺🇾 Uruguay volverá a incluir el lugar de nacimiento en los pasaportes tras el rechazo de países como Francia, Alemania y Japón. El gobierno reemplazará gratis los documentos emitidos desde abril y la oposición pidió la renuncia del canciller.

EJE CENTRAL

Europa a merced de Trump

En unos pocos segundos…

  • Acuerdo comercial entre EE.UU. y la Unión Europea profundiza desequilibrios. Trump acuerda un arancel del 15 % a las exportaciones europeas y la UE aceptó compromisos de compras masivas de energía y defensa.

  • Europa cede y se fragmenta ante la presión estadounidense. El acuerdo fue negociado sin fuerza común. Ursula von der Leyen enfrenta críticas internas, mientras el bloque aparece dividido, debilitado y sin estrategia frente al nuevo orden comercial.

  • Se consolida el modelo Trump y se acelera la transformación global. Este pacto se suma a una serie de acuerdos bilaterales con Japón, Corea del Sur, China o Reino Unido, donde EE.UU. impone condiciones sin ofrecer contrapartidas. La lógica multilateral pierde peso frente a una agenda de poder basada en la coerción económica.

¿Qué pasó?

Estados Unidos y la Unión Europea alcanzaron un acuerdo comercial, calificado por Trump como “el más grande jamás hecho”. Negociado entre Donald Trump y Ursula von der Leyen, el pacto establece un arancel general del 15 % sobre la mayoría de los bienes europeos exportados a EE.UU., una cifra menor que el 30 % inicialmente amenazado, pero aún muy superior al promedio pre-Trump de 1,2 %.

A cambio, la UE asumió compromisos significativos: compras masivas de energía y defensa, e inversiones por U$S 600.000 millones en territorio estadounidense. En cuanto al acero, EE.UU. mantendrá aranceles del 50 %, aunque la UE espera una flexibilización parcial mediante cuotas. Se evitó una escalada mayor pero a costa de aceptar condiciones claramente desequilibradas. Además, esta semana EE.UU. anunció un acuerdo similar con Corea del Sur que incluye U$S 350.000 millones de inversión en Estados Unidos y un arancel del 15% sobre las importaciones surcoreanas.

Las reacciones en Europa dejaron al descubierto el desconcierto del bloque. Alemania, celebró que se haya alcanzado algún tipo de acuerdo, pero reconoció que el resultado fue decepcionante y anticipó consecuencias negativas para su economía; Francia y Hungría hablaron de una humillación; y Bélgica lo describió como un “alivio, pero no una celebración”. 

En la práctica, la UE aceptó un arancel general del 15 % tras haber rechazado públicamente el 10 % firmado por el Reino Unido, debilitando su propia postura negociadora. También descartó represalias y evitó activar el “instrumento anti-coerción“, un mecanismo contra los aranceles que tanto tiempo llevó diseñar. La narrativa oficial se enfoca en haber evitado lo peor, pero el resultado fue una cesión en toda la línea.

¿Por qué importa?

Desequilibra la relación transatlántica: La UE ha aceptado compromisos masivos de compra de energía y defensa, con metas difícilmente alcanzables: adquirir U$S 750.000 millones en energía estadounidense en solo tres años parece irreal, considerando que las exportaciones totales de energía de EE.UU. en 2024 fueron de apenas U$S 332.000 millones. A esto se suman inversiones “prometidas” por U$S 600.000 millones, cuya trazabilidad es poco clara. Gran parte de esa cifra parece corresponder a anuncios previos de empresas privadas como Volkswagen o AstraZeneca. Mientras tanto, los productos estadounidenses ingresarán al mercado europeo con menores barreras, en un marco que perjudica la competitividad de las firmas del bloque. Para Francia, Italia y España, el impacto en el PIB podría ir del 0,1 % al 0,3 %, según el CEPII. Alemania, en cambio, podría perder hasta 70.000 empleos en el sector automotor por la relocalización de plantas hacia Estados Unidos, según el Centro de Investigación Automotriz de ese país.

• Se consolida el modelo Trump: Este acuerdo forma parte de una serie de pactos bilaterales con Japón, China, Reino Unido, Indonesia, Corea del Sur  y ahora la UE, todos con el mismo patrón: aranceles elevados y unificados, mantenimiento de tasas preferenciales en sectores estratégicos (acero, aluminio), compromisos unilaterales de inversión o compra y la ausencia de represalias comerciales. Ninguno de estos se dan en el formato de tratados propiamente dichos, sino en acuerdos informales (que muchas veces no se hacen públicos, ni ratifican en poderes legislativos). Este último punto es clave: la “dominación por escalada” que aplica EE.UU. disuade cualquier reacción, porque hace creíble el costo de oponerse.

• La Unión más dividida: El acuerdo ha generado profundas tensiones políticas internas en la UE. Para Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, el acuerdo representa un delicado acto de equilibrio político: logró evitar una escalada arancelaria devastadora, pero pagó un alto precio interno. Su liderazgo queda debilitado frente a sectores que perciben el pacto como una derrota y un signo de debilidad europea ante Washington. Criticada tanto por derecha como por izquierda, el acuerdo deja a Von der Leyen en el bando perdedor.

¿Cómo impacta?

• A nivel global. El impacto es doble. Por un lado, consolida el nuevo mapa comercial que está trazando EE.UU. a través de acuerdos bilaterales hechos a su medida, donde impone condiciones sin contrapartidas. Los resultados, por ahora positivos, se ven en el precio de las acciones estadounidenses, que están alcanzando nuevos récords, dejando atrás los momentos de incertidumbre del Liberation Day. Por otro lado, acelera la transición hacia un mundo más fragmentado, donde las grandes potencias disputan mercados, cadenas de suministro y soberanía tecnológica a través de la presión y no del consenso.

• En Europa. Europa, incluso al pactar con EE.UU., deja entrever que sus compras de energía o armamento responden más a urgencias geopolíticas que a decisiones sostenibles: el gas estadounidense servirá para reducir la dependencia de Rusia, pero no reemplaza una estrategia energética propia. El resultado de las negociaciones debería obligar al bloque a repensar su modelo de inserción global, diversificando sus socios y avanzando hacia una autonomía estratégica real. Algunos en Bruselas ven en China una alternativa pragmática, con un volumen comercial que en los primeros cinco meses de 2025 aumentó 2.9% comparado al año pasado, aunque la relación bilateral arrastra tensiones por subsidios, desequilibrios, y la relación entre Beijing y Moscú. 

• En América Latina y en Argentina. El acuerdo genera tensiones en varias agendas. Podría impactar el futuro del tratado UE–Mercosur, ya que gran parte de la capacidad de compra europea quedará comprometida con Estados Unidos. Sin embargo, si Europa busca diversificar sus relaciones, especialmente con exportadores de energía y alimentos, debería mirar a Mercosur con mayor interés. Además, expone un doble estándar en el que mientras algunos actores de la UE frenan el acuerdo con Mercosur por supuestas razones climáticas, aceptan sin reparos adquirir petróleo, gas y energía nuclear de Estados Unidos por U$S 750.000 millones.

¿Cómo sigue?

Aún falta conocer la letra chica del acuerdo. Quedan abiertos los detalles sectoriales, el tratamiento de bienes sensibles (como las bebidas alcohólicas) y los mecanismos de monitoreo para las compras e inversiones comprometidas. 

En paralelo, Trump continuará desplegando su “big beautiful deal diplomacy”, con México, Canadá y China en la mira. El 1° de agosto es la próxima fecha clave: entran en vigor nuevos aranceles si no hay avances.

Nuestra mirada en Órbita:

El mundo regido por la Organización Mundial del Comercio, donde predominaban la lógica de mercado y el libre comercio, ha quedado atrás. La OMC no logró superar varios obstáculos. Se la culpa, en primer lugar, de haber beneficiado desproporcionadamente a China tras su incorporación en 2001, en detrimento de Estados Unidos, lo que contribuyó a las tensiones actuales. Tampoco consiguió establecer mecanismos sólidos de resolución de controversias, sigue siendo excesivamente burocrática y las negociaciones agrícolas continúan generando frustración en muchos países. Sus últimos avances se limitan a acuerdos en comercio electrónico y pesca.

El mundo actual prioriza los intereses de los Estados y sus ganancias relativas, por sobre las ganancias absolutas y el interés de las empresas. El acuerdo entre Estados Unidos y Europa, no sólo consagra un nuevo equilibrio comercial, sino que consagra una forma de relación. En los hechos, Estados Unidos ha rediseñado su sistema arancelario global sin pagar ningún costo político, ni internacional ni interno. Lo que antes hubiera desatado represalias o una crisis institucional, hoy se asimila como parte del nuevo orden.

En este mundo, hasta los acuerdos ya existentes (el principio de que los pactos están para cumplirse) son secundario comparado con la seguridad económica. El Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) es el mejor ejemplo de esto. Así como Trump renegocia y firmo el T-MEC en su primer mandato, ahora quiere negociarlo bajo temas de seguridad nacional. Nada impide que lo mismo pase con los acuerdos actuales.

Lo relevante no es la tasa que se acordó sino lo que representa. Europa, tradicional defensora del libre comercio, asumió condiciones desequilibradas sin capacidad real de negociación. Esa aceptación, más que una decisión táctica, evidencia un giro estratégico. El bloque no lidera la respuesta al proteccionismo, apenas lo gestiona. Europa no negoció desde la firmeza, sino desde el apuro. A diferencia de otros tratados, que suelen fortalecer los lazos entre las partes, este acuerdo parece haber marcado una distancia. Una señal de advertencia, no de confianza mutua. Europa, que durante décadas miró a EE.UU. como socio estratégico, empieza ahora a contemplarlo también como un actor impredecible del cual hay que protegerse. Esa es la verdadera ruptura.

FUERA DE ORBITA

Farsa diplomática

En las afueras de Nueva Delhi, un hombre montó una embajada falsa en una casa alquilada, con una placa oficial que decía “Gran Ducado de Westarctica”, donde pasó casi una década haciéndose pasar por embajador de micronaciones como Westarctica, Seborga o Ladonia.  El operativo reveló autos con patentes diplomáticas truchas, pasaportes, sellos falsos del Ministerio de Relaciones Exteriores de la India y de más de 30 países, fotos editadas con líderes mundiales, 162 viajes internacionales, 25 empresas fantasma y casi 4,5 millones de rupias en efectivo. El “embajador de Seborga” prometía trabajos en el exterior a cambio de dinero y usaba la cobertura diplomática para lavar dinero a través de la red de hawala, una red informal que permite transferencias internacionales sin dejar rastro bancario. Ahora, el autoproclamado embajador enfrenta cargos por falsificación, usurpación de identidad y posesión de documentos públicos apócrifos.

X-ORBITANTE

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