El conflicto que polariza el mundo

🪐 Reino Unido devuelve un antiguo enclave colonial; el chavismo festeja polémicas elecciones legislativas; y Arabia Saudita comienza a permitir la venta y el consumo de alcohol.

Desde nuestra órbita, una mirada al mundo.

El 26 de mayo de 1972, en plena Guerra Fría, Estados Unidos y la Unión Soviética firmaron el tratado sobre Misiles Antibalísticos, un paso clave hacia la distensión entre dos potencias enfrentadas desde 1945. Aquel acuerdo simbolizaba la posibilidad de diálogo incluso en medio de un conflicto aparentemente intratable. Muy distinta es la situación actual entre Israel y Palestina, donde las heridas abiertas no solo alimentan la violencia, sino que profundizan la polarización global. Sobre esa división creciente hablaremos en el eje central de hoy.

Hoy, además, vamos a contarte:

  • Reino Unido devuelve un antiguo enclave colonial;

  • Continúa la disputa entre Trump y Harvard;

  • El chavismo festeja elecciones legislativas con bajísima participación;

Y mucho más.

Vas a informarte sobre todo esto en menos de 10 minutos.

VUELTA AL MUNDO

🇬🇧 🇲🇺 Reino Unido firmó un acuerdo para devolverle las Islas Chagos a Mauricio. A cambio, retiene su base militar con EE.UU., clave estratégica en el Índico, bajo un contrato de 99 años por USD 136 millones anuales. Más allá de las diferencias notables, el proceso de descolonización remite a la situación de las Islas Malvinas.

🇺🇸 EE.UU. prohibió la admisión de estudiantes extranjeros en Harvard y ordenó reubicar a los actuales. Alega hostilidad hacia estudiantes judíos, vínculos con el Partido Comunista Chino, y falta de transparencia sobre su financiamiento internacional. La medida afecta al 27% de la matrícula de la universidad más famosa del mundo y agita el debate político.

🇷🇺🇺🇦 Rusia lanzó el mayor ataque aéreo de la guerra en Ucrania mientras avanzaba en el último intercambio de prisioneros. Zelenski culpó la inacción de Trump y pidió a Occidente endurecer las sanciones, pero sus reclamos siguen sin una respuesta contundente.

🇹🇼 Taiwán desplegará este año sus primeros drones militares, en un intento por reforzar su defensa y disuadir a China. El plan enfrenta obstáculos: escaso apoyo occidental y la dependencia de componentes fabricados en China continental.

🇷🇴 El Tribunal Constitucional de Rumania rechazó por unanimidad el reclamo del ultraderechista George Simion y ratificó la victoria del europeísta Nicușor Dan. Simion había denunciado anular la votación por interferencia extranjera, pero el tribunal desestimó la acusación.  

GRAVITANDO EN AMÉRICA LATINA

🇻🇪 Venezuela celebra elecciones legislativas bajo un clima de represión y con una participación que alcanzó solo el 3% del padrón votó en las primeras tres horas. En la previa, el régimen activó la Operación Tun Tun: más de 70 opositores fueron detenidos, incluidos Tomás Guanipa, líder de la oposición venezolana y cercano a María Corina Machado. La oposición volvió a denunciar persecución y ausencia total de garantías democráticas. 

🇪🇨 Daniel Noboa asumió un nuevo mandato como presidente de Ecuador con la promesa de “salvar al país de las mafias”. Entre enero y abril de 2025 se registraron 3.084 homicidios, el inicio de año más violento desde que hay registros.

🇭🇹 Haití pidió apoyo urgente a la OEA para frenar a las pandillas que dominan gran parte del país, tras la decisión de EE.UU. de cortar fondos a la misión liderada por Kenia, sin recursos ni avances concretos. La ONU baraja convertirla en misión de paz, pero China y Rusia se oponen.

EJE CENTRAL

El Conflicto que polariza al Mundo

En unos pocos segundos…

  • Un ciudadano estadounidense asesinó a dos empleados de la embajada de Israel en Washington DC. El caso reaviva el temor a ataques individuales motivados por ideologías extremas, y expone cómo el conflicto en Gaza cataliza discursos antisemitas y expresiones de odio latente.

  • El conflicto Israel-Hamás ya no es solo territorial: se convirtió en un espejo global de tensiones religiosas, políticas y culturales. La polarización sacude desde universidades en EE.UU. hasta la propia sociedad israelí, donde partidos ultranacionalistas impulsan una agenda de exclusión.

  • Mientras no haya un camino creíble hacia la solución de dos Estados, Gaza corre el riesgo de volverse un laberinto estratégico. El conflicto bloquea la estabilidad regional y amenaza con estancar la normalización de Israel con el mundo árabe.

¿Qué pasó?

El 21 de mayo se produjo un ataque letal frente al Museo Judío de Washington D.C. que conmocionó a la comunidad internacional. Las víctimas fueron Yaron Lischinsky y Sarah Milgrim, dos empleados de la embajada de Israel en Estados Unidos, asesinados a tiros al salir de un evento en el museo. El agresor, Elías Rodríguez, un ciudadano estadounidense de 31 años originario de Chicago, había llegado a la capital con un arma en su equipaje y adquirido una entrada para el evento pocas horas antes. Al ser detenido, gritó: "Lo hice por Palestina, lo hice por Gaza".

Según la policía metropolitana, Rodríguez no tenía antecedentes penales ni vínculos conocidos con grupos extremistas. A pocos meses del caso de Luigi Mangione, el hecho refuerza una preocupación creciente: la radicalización atomizada de individuos que canalizan frustraciones personales o ideológicas a través de la violencia. En respuesta, el gobierno de Benjamin Netanyahu ordenó reforzar la seguridad en todas las representaciones diplomáticas israelíes del mundo.

Hace 70 años que el conflicto entre israelíes y palestinos divide al mundo como pocos otros. El ataque terrorista de Hamás del 7 de octubre de 2023 y la dura respuesta israelí generaron reacciones intensas en ambos bandos, no solo en Medio Oriente, sino en todo el mundo. El problema aparece cuando demandas legítimas, como la liberación de rehenes o la situación humanitaria de la población civil en Gaza, se ven empañadas por actos de violencia.

¿Por qué es importante?

Antisemitismo y discurso de odio en ascenso: La organización judía Liga Antidifamación (ADL) reportó 9.354 incidentes antisemitas en EE.UU. durante 2024, el número más alto desde 1979. Lo más llamativo es que, por primera vez, la mayoría de estos casos incluyeron referencias explícitas a la destrucción del Estado de Israel o el fin del sionismo (ADL no considera críticas a Israel o su gobierno como antisemitas). Puede argumentarse que el conflicto en Gaza ha actuado como un catalizador para discursos antisemitas latentes en nuestras sociedades, mientras que en otros casos ha generado nuevas expresiones de odio contra la comunidad judía.

La polarización identitaria como nuevo campo de batalla: El conflicto Israel-Hamás se ha transformado en un espejo donde se proyectan identidades políticas, religiosas y culturales. No se trata ya de una disputa entre dos pueblos, sino de una batalla simbólica que resuena en ciudades y universidades de todo el mundo. Las protestas propalestinas en campus estadounidenses se mezclan con incidentes de acoso a estudiantes judíos; y al mismo tiempo, grupos proisraelíes presionan por una narrativa que excluye cualquier cuestionamiento a las operaciones militares impulsadas por Israel.

Avance del nacionalismo radical en Israel: La polarización no es patrimonio exclusivo de quienes se manifiestan desde el extranjero. En Israel, el conflicto también ha reconfigurado su escenario interno. Partidos ultranacionalistas como Sionismo Religioso y Poder Judío, con presencia en la coalición de gobierno, impulsan una agenda expansionista, la promoción de asentamientos ilegales y la marginalización de minorías. Su influencia no es menor: han condicionado el uso de la fuerza en Gaza, impulsado una reforma judicial para debilitar controles democráticos, y consolidado una visión teocrática del Estado que impacta incluso en judíos no religiosos. 

¿Cómo impacta?

A nivel global: La radicalización de ambos polos ha activado una ola de manifestaciones, violencia y endurecimiento de discursos. En Estados Unidos, las universidades se han convertido en focos de tensión entre estudiantes judíos y militantes propalestinos, generando cancelaciones de eventos, suspensiones e intervenciones del gobierno federal. En Europa, países como Alemania y Francia enfrentan un auge de incidentes antisemitas, al tiempo que la opinión pública se divide entre el repudio a Hamás y la crítica al gobierno israelí. De esto te contamos la semana pasada en ÓRBITA cuando hablamos sobre la participante israelí en Eurovisión 2025. Esto posiblemente ha incentivado este nuevo ciclo de securitización migratoria, con propuestas de endurecimiento de controles sobre comunidades de origen árabe o musulmán.

En América Latina: La región, tradicionalmente más distante de los epicentros del conflicto, ha empezado a mostrar grietas. Si bien la mayoría de los gobiernos mantiene una posición de equilibrio diplomático, algunas expresiones políticas se han manifestado abiertamente a favor de una u otra parte. El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha sido el mayor crítico hacia Israel. Los gobiernos de Brasil, Chile y México han mantenido posturas algo más equidistantes. Sin embargo, el ataque de la semana pasada por parte de las fuerzas armadas israelí a un grupo de diplomáticos, entre los que se encontraban representantes uruguayos, generó fuertes críticas en las cancillerías de toda la región y el mundo. La opinión pública, sin embargo, es la que se ve arrastrada entre debates polarizados en redes sociales y medios.

En Argentina: El país carga con una historia dolorosa: los atentados contra la Embajada de Israel (1992) y la AMIA (1994) dejaron una huella indeleble. Hoy, con una de las comunidades judías más importantes fuera de Israel, la Argentina vuelve a enfrentar el desafío de garantizar la convivencia. La postura del presidente Javier Milei, tan próxima a Israel como, a su vez, al judaísmo, refuerza esa tensión simbólica. En paralelo, se registraron actos de vandalismo en instituciones judías y una mayor presencia de discursos antisemitas en plataformas digitales.

¿Cómo sigue?

Es de esperar que mientras el conflicto continúe, se profundice la polarización.

 La ONU y Alemania pidieron a Israel hacer una revisión interna sobre el ataque a diplomáticos canadienses y uruguayos en Jenin.

• En junio, se daría la segunda visita del presidente Javier Milei a Israel.

Nuestra mirada en Órbita:

El conflicto entre Israel y Palestina es considerado por muchos analistas como un conflicto intratable: un enfrentamiento prolongado, profundamente enraizado en narrativas históricas, identitarias y territoriales que se perciben como mutuamente excluyentes. A lo largo de décadas, los intentos de mediación han fracasado en parte porque ambas partes ven sus reclamos como no negociables. La acumulación de traumas, la desconfianza estructural y la politización global del conflicto dificultan aún más cualquier avance hacia una solución duradera.

Mientras no se produzcan cambios significativos de liderazgo —tanto en el gobierno israelí encabezado por Benjamin Netanyahu como Hamás en Gaza—, es difícil imaginar un escenario de acercamiento o distensión real. Hoy por hoy, ninguno de los actores principales parece tener incentivos ni capacidad política para hacer concesiones. Netanyahu, fortalecido por una coalición ultranacionalista, ha planteado tres objetivos centrales: recuperar a todos los rehenes, desarticular militarmente a Hamás y garantizar que este grupo no vuelva a gobernar la Franja. Sin embargo, no ha propuesto una alternativa clara de administración civil o política para Gaza tras la eventual salida de Hamás, lo que alimenta la incertidumbre sobre el destino de más de dos millones de personas. 

Asimismo, la comunidad internacional ha intensificado su presión contra Israel. La dureza de las operaciones de las FDI, sumada a incidentes como el ataque contra diplomáticos en Jenin, ha erosionado parte del respaldo internacional y ha contribuido a acelerar una oleada de reconocimientos formales del Estado de Palestina por parte de países europeos y organismos multilaterales. En mayo, Irlanda, Noruega y España anunciaron que reconocerán oficialmente al Estado palestino, un movimiento simbólico pero relevante, que busca reinstalar la solución de los dos Estados como horizonte diplomático.

Hace tan sólo cinco años, los Acuerdos de Abraham habían abierto una etapa inédita de relaciones diplomáticas y cooperación económica entre Israel y países como Emiratos Árabes Unidos, Bahréin o Marruecos. La continuidad de esta normalización, así como su expansión a actores clave como Arabia Saudita, depende hoy más que nunca de que exista una hoja de ruta creíble hacia la creación de un Estado palestino. Sin un horizonte realista hacia la solución de los dos Estados, Gaza puede convertirse en un laberinto geopolítico que trabe la estabilidad y el desarrollo regional, y frustre la normalización árabe-israelí.

FUERA DE ORBITA

Turismo vs. Tradición en Arabia Saudita

Arabia Saudita permitirá, a partir de 2026, la venta y el consumo de vino, cerveza y sidra con hasta un 20% de alcohol en unos 600 establecimientos autorizados. La medida se enmarca en la Visión 2030, el ambicioso plan del reino para diversificar su economía, atraer inversión extranjera y generar empleo a través del impulso al turismo, el entretenimiento y la hospitalidad. El acceso al alcohol estará restringido a zonas específicas, principalmente en hoteles de lujo, resorts y desarrollos orientados al turismo. El cambio responde, además, a los preparativos para eventos internacionales clave que se celebrarán en el país, como la Expo 2030 y la Copa Mundial de la FIFA 2034. La decisión representa un cambio significativo respecto a la postura que había adoptado el príncipe saudi Khalid bin Bandar Al Saud en una entrevista con la televisión británica en febrero, donde afirmó que no se vendería alcohol durante el Mundial 2034. Más allá de su dimensión económica, esta decisión refleja un esfuerzo por equilibrar el progreso con la tradición. 

X-ORBITANTE

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